Lágrimas encadenadas a la pared, persigue mariposas en movimientos soñados,
piel escamada, calor de verano, llanto de niño desde el tejado.
Sinfonía mundana, allá en la calle, que suena distante, lejano.
Castigo envuelto en bonita figura, que crecieron de pronto y dejaron de ser amados.
Y hoy se lamentan presa de la rabia,
Transcurre su vida esperando hambriento.
Quien tanto le quiso le ha olvidado.
Tendido en el suelo, espera.
Gritando al viento
su pena.
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